Parejas: InooDai
Género: Drama?
El andén del tren estaba vacío, a pesar que momentos antes
había estado tan abarrotado de gente…pero el vacío del tren reflejaba lo que
sentía en su pecho, realmente esa persona era una estúpida por hacerlo llorar,
por hacerlo sufrir de esa manera, por qué no podía creer en sus palabras…
porque los celos y los pensamientos irracionales primaban antes que cualquier
cosa…
-Yo nunca sería capaz de engañarte estúpido…Inoo- decía
mientras lloraba, y el tren seguía su camino.
*Flashback*
Un sobre manila cerrado había llegado para Inoo a la JE, no
decía el remitente pero el asunto era muy claro ¨Arioka Daiki¨, Kei no sabía de que se trataba ese asunto, y como
estaban descansando de los ensayos aprovecharía en ver lo que había en el
interior, después que abrió dicho paquete su cara empalideció, 20 fotos eran lo
que dicho sobre contenía, en las cuales
se veía al menor salir de un antro de Roppongi junto a unos amigos, y en otras
cuando entraba a un Hotel junto a uno de ellos y otras cuando salía, dando a
entender que habían pasado allí la noche, pues la diferencia entre el cambio de
color del cielo, y la hora que daba el reloj de una tienda que también se veía
era notoria.
Yabu que estaba cerca al ver la cara del pianista se acercó, viendo a la vez lo
que dicho sobre había traído
-Oye… Inoo, no pienses ninguna tontería…-
-No estoy pensando en nada Yabu- respondió parco, el enfado era notorio, se
podía decir que era como si hubiesen escrito con tinta indeleble en su frente “ENOJO”, cerró sus manos en puño haciendo que sus nudillos se
pusieran blancos, los demás chicos del grupo iban a decir algo, pero justo el
castaño protagonista de aquellas dichosas fotos se hacía presente, saltando
como una ovejita de un lado al otro hasta llegar donde Inoo.
-¡Al fin pude terminar de hablar con Jhonny-san!…Kei-Su
novio había volteado a verlo apenas había escuchado su voz, aún con las fotos
en la mesa, Daiki empalideció al verlas; por ese tema había tenido que hablar
con su jefe, para evitar que saliera en algún medio público, y para explicarle
lo sucedido en ese momento, pues era verdad que había ido a una fiesta con sus
ex compañeros de escuela –dicho sea de paso le había contado al pianista sobre
aquello, o más que eso, le había pedido permiso para ir, el cual fue concedido
a regañadientes- pero también había terminado en un hotel por lo borracho que
estaba, no sabía en qué momento se había descontrolado que excedió sus límites
y no llegaba a recordar más, lo bueno es que al despertar, sus amigos aún
estaban allí esperándolo y salieron juntos…
Ahora Kei tenía esas fotos con él, ¿cómo habían llegado? ¿Y por qué?
Vio a su novio de frente –Esas fotos son de la vez-
-Voy a salir con unos amigos ¿no? Si que te divertiste ¿ne?-dijo el pelinegro
mirándolo de frente, en sus ojos se reflejaban la ira que sentía, Kei era
reservado en sus cosas, por eso ese comportamiento tan random delante de todos,
en especial de las fans.
-No es lo que parece-
-Pues esto sí que demuestra muy bien como estuviste…emborracharte hasta no dar
más… y estar de coqueto con otros, ajá…no es lo que parece ¿verdad?-
Kei había aventado una foto en particular, en la cual se le veía muy pegado a
un chico, el cuál ni siquiera reconocía el castaño.
-Oigan chicos… deberían arreglar sus cosas tranquilamente y con la cabe-
-Yo no tengo nada más que hablar con él- Kei dejó aquellas fotos en la mesa,
cogiendo su mochila y poniéndola en su hombro derecho, salió aventando la
puerta de aquel salón dejando a Hikaru con las palabras en la boca.
Daiki cayó de rodillas, ¿en qué momento había hecho eso?,
había ido con sus amigos, sí eso lo recordaba…pero en qué momento terminó con
un chico bailando así de…pegados…casi rozándose y él con un vaso de alguna
bebida.
-Daiki…-Ryosuke se había acercado, él sabía perfectamente cuánto amor profesaba
ese chico hacia el pelinegro, no por nada había escuchado la infinidad de
historias que siempre contaba cuando estaban juntos, mientras sus ojos
brillaban-No hiciste nada con ese chico ¿verdad?, cree en ti mismo, yo creo en
ti y estoy seguro que los demás también-
Los demás asintieron, era verdad, Daiki era incapaz de hacer algo así, aunque
hayan unas fotos que dijeran lo contrario estaban completamente seguros que el
castaño no podría haber hecho algo.
-Tengo que hablar con él…- dijo Daiki, mientras se paraba, debía ser fuerte y
no dudar de nada, a pesar que no se acordaba, él estaba seguro que nunca podría
hacer nada con otro chico, definitivamente sólo era con Kei, el único chico con
el que se había acostado.
Recogió sus cosas y salió, tenía que ir a aquel departamento
que ambos compartían, no por nada ya tenían casi un año viviendo juntos.
Llego a su hogar y no escuchó ruido alguno, ¿acaso Kei no estaba?, se desesperó
un poco, pero decidió respirar profundamente y empezó a buscarlo, al final fue
al cuarto que compartían, había buscado en todos los ambientes, pero el
pianista no estaba.
Cuando abrió la puerta, sintió esa voz tan conocida detrás de él
-Regresaste…-
Kei cogió al menor por las muñecas tirándolo a la cama, si había estado en la
casa pero se había escondido apenas escuchó la puerta abrirse, escondiéndose en
el armario donde guardaban algunas cosas, el cual estaba a un lado de la puerta
principal, seguía molesto, se posicionó encima de él, besándolo de una manera
brusca
-Kei…espera- Daiki trataba de detenerlo, sus besos no eran los mismos de
siempre
-Dime….¿así te resististe también con ese chico?- con su diestra había atrapado
ambas muñecas de Daiki poniéndolas sobre su cabeza, mientras que su otra mano
acariciaba su miembro, rápida y furiosamente, como habían hecho alguna vez pero
en otras circunstancias.
-Kei…¡basta me haces daño!- el menor movía sus piernas realmente quería
soltarse, ese no era su Kei, el chico amable que amaba, ese tipo era otro, era
la parte más baja y más oculta de su persona.
Kei se acercó al cuello del mayor besándolo a la par que seguí con su trabajo
en la parte baja del castaño, hasta que sintió una mordida en su hombro,
aflojando el agarre con el que apresaba al menor en el acto.
Daiki había aprovechado la cercanía y se defendió como pudo, cosa que dejó en
frío a Inoo, ya que el bajito había hecho eso.
Aprovechando el estupor del pelinegro, Arioka se liberó de
su agarre, sus muñecas estaban muy rojas por la presión que habían ejercido
sobre ellas, se levantó de la cama, molesto….tan poco confiaba en ¿él?
-Sabes… tienes razón, me resistí con ese chico pero solo al
principio, pensé que nunca te lo iba a tener que decir pero así pasó, me acosté
con otra persona-le estaba dando la espalda al mayor, aunque su voz reflejaba
seguridad, la gran verdad era que estaba llorando
-Daiki tu no…-
-Yo no ¿qué?- se secó las lágrimas con la manga de su polera, y luego de
arreglarse un poco la ropa lo miró, sus ojos aún reflejaban rastros de lágrimas
pero eso no lo detendría
-Lo hice y punto- dio media vuelta y salió de aquel cuarto a toda velocidad,
tenía que llegar lo más pronto posible a la puerta del edificio tenía que salir
de allí, al salir del departamento Kei ya lo estaba siguiendo, Daiki bajó por
las escaleras de emergencia y el pianista seguía siguiéndolo, gritándole que se
detuviera más él no lo hizo, cuando llegó al último piso aprovechó que alguien
salía en ese mismo momento y tomando un gran impulso para correr más rápido,
salió directamente y tomó el primer taxi que vio pasar.
Cuando Kei salió aquel vehículo ya no estaba a la vista, recién estaba
reaccionando, había hecho la mayor estupidez de su vida, no solo dudar de su
novio, sino que casi lo había violado, porque forzarlo como había hecho, no
tenía otro nombre.
El taxi lo dejó cerca al subterráneo, él así lo había
pedido… y ahora se encontraba en ese tren…
Estaba pasando otra vez por la estación que estaba cerca a
Roppongi, bajaría allí, tenía que recordar las cosas, y asegurarse a sí mismo,
por una cuestión de principios, necesitaba escuchar un “no pasó nada”
Bajo en la estación respectiva y fue directo hacia aquel
lugar, el guardia de la entrada lo saludó, lo había reconocido de aquel día, es
que como olvidar a ese chiquillo que salió gritando el nombre de un tal Kei,
diciendo que lo amaba mucho.
-Hoy no vayas a divulgar tu amor por ese chico ¿de acuerdo?-
Daiki se sorprendió, acaso ese señor sabía sobre lo ocurrido aquella
noche-Perdón… ¿usted sabe qué pasó?-
-¿No lo recuerdas? Bueno te habías dejado emborrachar, aunque yo no te puedo
dar muchos detalles, pero el chico del cual te hiciste amigo ese día está
dentro, es un cliente habitual, solo no te dejes emborrachar esta vez-
-Gracias…- Daiki entró y se acercó a la barra, desde allí vería todo el lugar y
¿por qué no? También quería tomar algo,
pero solo uno se había dicho, pidiendo una piña colada, cuando le sirvieron su
bebida, empezó a buscar a aquel chico de la foto.
-Así que ora vez viniste… te gusta este tipo de ambiente, aunque más parece que
no-
Daiki giró hacia la derecha, de donde venía esa voz, ¡era el chico de la foto!
–Tú-
-Termina tu bebida y si quieres salimos a caminar por allí, ese día te conocí borracho, hoy aprovecharé que estás
cuerdo- el chico le guiñó un ojo mientras iba a la pista.
Daiki se apuró un poco, quería conocer todos los detalles de esa noche, debía
saberlo, así que se tomó lo que quedaba de un porrazo, aunque lo que no sabía
era como iba reaccionar su cuerpo al tomar medio vaso de un solo golpe.
Luego de unos minutos ambos chicos estaban en la calle, el
chico que tenía al lado era del porte de Kei, la misma altura, ese aire
misterioso que a veces envolvía al pelinegro, aunque este fuera castaño, pero
tenía además algo más que lo envolvía, aunque definitivamente Kei era mucho
mejor, de eso estaba seguro.
-Ryuzaki, ese es mi nombre Dai-chan… seguro no lo recordabas ¿no?-
-¿Cómo sabes…?-
-Por favor, perteneces a la industria musical, te he visto alguna vez por
algunas amigas mías, además ese día que viniste, tu no dejabas de cantar y tus
amigos te decían “Dai-chan bájate” “Dai-chan que la mesa no es un ecenario”
“Dai-chan que ese palo no es Kei” y cosas así, por eso me llamaste la atención
y te invité a bailar, borracho eres muy divertido Dai-chan-
-No soy divertido…solo me había pasado esa…vez- Daiki cayó en cuenta que ese
chico había empezado con el tema, entonces no sería malo si él
preguntara..¿verdad?
-Ehmm…¿te puedo hacer una pregunta?-
-Dime…-
-Esa vez…cuando estaba tan tomado, me llevaron a un …hotel ¿verdad?-
-Sí, yo te llevé, ya que tus amigos estaban en las misma condiciones que tú-
-Aquella vez…-
-¿Quieres saber si pasó algo entre nosotros?- Daiki solo asintió
-Pues sí, nos divertimos mucho aquella noche, no sabía que un chico de la
industria musical podría hacer ese tipo de sonidos, por cierto tu voz es muy
bonita-
Daiki empalideció en un segundo, sentía como el piso se le derrumbaba, entonces
¿sí se había acostado con ese chico? ¿Había engañado a Kei?, sus ojos se estaban
volviendo acuosos pero de pronto escuchó una risa estrepitosa.
-Deberías ver tu cara, es…como…co-como si hubieses visto un fantasma
AHAHAHAHAHAHAHHAHAHAHAHAHA- Ryusaki se rió tanto que se agarró el estómago
-¿Eh?...-
-No pasó nada, solo te dejé en el hotel pero tu seguías cantando una y otra vez
una canción….mientras entre estrofas decías, “Kei-chan!!! Tú también eres
así!!” Y cosas por el estilo… hmmm ¿cuál era?-
Ryuzaki estaba pensando, pero de repente escuchó cantar al menor, el cuál ahora
cantaba con cierta pena y sin darse cuenta, unas lágrimas
escapaban de su rostro
-Aquella vez que te escuché estabas muy feliz…¿acaso te pasó algo?-
-Esa canción me la cantó mi novio alguna vez, se llama Niji, y es de un senpai,
un miembro de Arashi, me la cantó cuando se graduó de la universidad, aunque yo
era el que debía darle un regalo pasó todo lo contrario…-
-¿Aún sigue siendo tu novio?-
Daiki se quedó callado, él si quería estar junto a Kei, aunque desconfiara de
él, era idiota, pero así lo quería.
-Hmmm, supongo que sí-
-¿Cómo qué supones?-
Arioka negó con la cabeza- Entonces esa vez no pasó nada ¿verdad?-
-Pues no…- Ryuzaki había visto que la cara de Daiki había cambiado así que lo
invitó a ir otro antro de Roppongi el muchacho debía cambiar de ambiente, así
tal vez se alegraría un poco.
Kei cruzó la puerta de la JE, dando pasos apresurados,
esperaba que su novio estuviese allí, seguramente había ido a dormir a la casa
de Yamada o algo parecido, pues la noche anterior no se había aparecido, y
aunque por más que lo llamaba nunca contestaba, decidió llamar a los demás
miembros del grupo, pero ninguno le había querido contestar, sabía que estaban
molestos con él por la escena que había armado la tarde pasada, pero ahora
realmente estaba preocupado.
-¿¡Dai-chan!?- gritó apenas entró pero, no estaba, el menor no estaba en ese
lugar, todos lo miraban sorprendidos,
pues no entendían porque se había aparecido el pianista de esa manera
-¿Dónde...?- Kei empalideció por un momento ¿Dónde se podría haber metido?-
Ryosuke, ¿Daiki no ha ido a tu casa?-
Yamada lo miró extrañado –No…Daiki no me llamado ni nada por el estilo- el
menor revisó su celular, para asegurarse y efectivamente ni una llamada perdida
ni un mensaje, no había nada del mayor.
Todos se preocuparon y respondieron de la misma forma, Kei estaba empezando a
desesperarse de verdad, pues sabía que sus compañeros no le estaban mintiendo,
lo podía ver en sus ojos, llamó a Ryutaro, él era su última esperanza, pues a
veces cuando peleaban el castaño iba a jugar con él y sí se relajaba, pero
nada, recibió la misma respuesta que de los otros Daiki no estaba en ningún
lugar, era como si la tierra se lo hubiera tragado.
-Pero ayer se fue queriendo hablar contigo…entonces…- Yuri había hablado
-Ayer peleamos otra vez…. ¡¡Ahhhhhhhhhhhhhh!! ¡Soy un estúpido!-
-¿Recién te das cuenta idiota?- habló Yuya –Para haber sido el único que por
ahora ha terminado la universidad, a veces no sabes usar la cabeza…-
-De acuerdo que eso lo diga Bakaki duele- al escuchar esto de Hikaru, Yuya puso
mal cara, mientras algunos reían- Pero ahora debes encontrarlo, aunque…¿está
desaparecido desde ayer?-
-¡Sí!, después que salió de la casa, lo correteé por la escaleras pero el fue
más rápido y cogió el primer taxi que pasó, lo busqué por los alrededores, fui
a ciertos lugares que se que podría encontrarlo pero no estaba en ninguno.
De repente, Daiki apareció por la puerta, con un notable
dolor de cabeza
-Bue,,,nas-iba a decir algo, pero fue interrumpido por unos brazos que lo
rodeaban completamente, podía sentir aquel olor tan familiar, el cual lo
tranquilizaba pero también podía notar cierto temblor…
-Ke-
-Idiota no te desaparezcas de esa forma- el olor a alcohol era notable, pero
Kei no quiso decir nada, lo único que le había importado era que el menor este
bien, que su pequeño esté allí.
Los chicos no dijeron nada, sabían que esos dos debían arreglar sus asuntos.
Aquel día solo era ensayo, así que Kei pidió permiso para
poder llevar a Daiki a casa, y felizmente se lo dieron, aunque esta vez
coreógrafo los estaba ayudando, es que si se enteraban otros que Arioka había
llegado de esa manera, se podría meter en algún problema, pero es que era mejor
que ambos arreglaran sus asuntos, en vez de tenerlos allí, con unas ganas = 0
de hacer algo,, uno por estar con resaca y el otro por estar cuidándolo.
Cuando llegaron a casa, Kei recostó a su novio en la cama,
iba a prepararle algo de comida, pero una mano tirando de su manga lo detuvo.
-Quédate conmigo…-Daiki estaba al cien, de cansancio, de tanto tomar, y de tanto
llorar, según lo que recordaba; había ido de antro en antro con Ryuzaki, para
despejarse pero solo podía pensar en el mayor, eso era estar completamente
embobado e idiotizado.
-Ayer me preocupé mucho…y…no debí hacerte eso ni decir aquello- Kei se acostó a
su lado mientras lo abrazaba.
-Sabes..yo…-
-Sé que no hiciste nada, Daiki, te creo-
Esas palabras hacían que sus ojos se llenaran de lágrimas, a pesar que ahora el
pelinegro podría decirle de todo por la forma en que había llegado, no lo hacía
y le demostraba confianza, porque sabía que lo dicho no era mentira, porque
conocía aquel tono de voz y ese era real
-Ayer yo, fui a Roppongi… quise buscar a aquel chico porque quería saber y-
-Shhh- Inoo lo calló con un beso- Sabes, te creo, no sé quién habrá tomado esas
fotos…y no sé que tanto habrás tomado ayer, pero de algo estoy seguro, Daiki
nunca engañaría a nadie con quien saliera, antes me dirías que ya no te gusto y
lo más probable es que te esté molestando más y demostrando amor porque no está
en mis planes terminar contigo.-
Arioka sonrió, realmente era muy feliz en aquel momento, y
besó al mayor, un beso fugaz pero dulce, como esos que siempre daba cuando
estaba feliz
-Yo…debo pedir perdón por todo lo de ayer-dijo Inoo mientras acariciaba la
cabeza del menor
-Shhhh- Daiki repitió lo que el mayor había hecho hace unos momentos –Sabes,
que esas cosas, me gustan si las haces solo pensando en amarme ¿no?-
Inoo rió ante ésta declaración –Entonces…¿podemos seguir?...Claro pero de otra
forma…-
Daiki sonrió, mientras se sentaba en la cadera del pianista –De acuerdo…pero
ésta vez, yo te amarro-
-Amárrame todo lo que quieras…-
Sus formas de reconciliación, eran así, a pesar de todo pues
ambos se amaban demasiado, aunque a veces debían controlar sus emociones y temperamento;
y si alguien se pregunta por Ryuzaki, Kei tendrá que aprender a soportar al
nuevo amigo de Daiki, pues no era un mal chico, era otro tipo Dai-chan.
-¡Pero mi chibi es mejor!-
-Oe!!! Inoo!! A QUIEN LE DICES CHIBI!?-
-Perdón por la interrupción!-
Fin!
Nota: XD Holi a
todo@s!! *----* este oneshot XD al final me salió raro, espero que se entienda…
a decir verdad hace un tiempo soñé con algo parecido… C: -mi mente es atrofiada
T----T y no dejo de pensar en jump hasta cuando duermo… x_X me acosan ;okno;
Bueno espero que les haya gustado!!!! Háganme saber que les pareció ne?
Arigatai!! Por estar siempre leyendo lo que escribo ;D-